Poema de Luz del Carmen Arrese Pacherres
Repasando
testimonios
como repaso los años
honor a la admiración
que sentí por mis abuelos.
como repaso los años
honor a la admiración
que sentí por mis abuelos.
guardadas en mil cajetas
que reuní mocionada
recordando ratos buenos
con palabras enhebradas
mi paisano pensamiento,
que de tu origen encuentra
esparcidas las astillas
imperiosas de mi raza.
relucientes de aceitillo,
piropos engalanados
con sus peinetas de brillo
en faz mestiza tostada
en arcillosa callana
crisoles y porcelanas
de la chicha y la caballa
luces tus largos zarcillos
con maliciosa sonrisa
y en tu receloso gesto
el matriarcal sentimiento
alforja encantada en hilo
tejida en telar de incas,
en una talega el fiambre
y en la otra, oriunda limeta
tapada con tuza o chante
pa’ que no se caiga el agua
desmayada en el petate
respetuosa cardinal
de tus curiosas costumbres;
luciendo en tu blusa blanca
las chaquiras que cerniste
en las arenas soleadas
a la churre del ayer,
la de los centavos gordos
de su falda, aún señora
peregrina del Cautivo
de Chocan y de Mercedes
faldón oscuro de vuelo
almidonado, albas cintas
bordadas en tus enaguas
tendida sobre la pampa,
escuchando con deleite
chilalos, soñas, choquecos,
con chirimías de alba.
en tu deshilada choza
de quinchas, cañas y esteras
que paró tu compañero
allá, sobre la lomada
rodeada de algarrobos,
tamarindos y tarayas,
siendo de una misma laya;
chavelitas y diamelas
presintiendo las entradas
dentro de tu humilde hogar,
aroma a café de olleta,
sahumerio de palo santo
a soledades de chacra.
son tus calzas coloridas,
pañadora de algodón
de algarroba y chamizas,
no me rezondres si miro
cantar y bailar tonderos
con tus zapatos de sol,
tus escarpines de arena,
curvada, mirando así
tu pañuelo alborotado
en las noches de faena
son de banda en la retreta
bajando a la ciudad ajena
tu sombrero entre el gentío
cual cántaros que abrazados
marchan besando tu suelo
Capullana de Sullana
alumbrada por mechones
con tu acento cantarín
¡Miénchicla! ché-guá-yá que ya,
y tu risa escandalosa
cosecha de temporal;
bebes néctar fermentado
en las tinajas de barro
servido en potos redondos
calabazos bien tatuados.
seducida en lo moderno
como una galleta de agua
que en el tiempo se deshizo
remojada en un pocillo
como un tabanco de cristal
que se quebró con los años.
Escritora,
profesora y empresaria, nace en Sullana en l948.Estudia primaria y secundaria
en el CEP “Santa Ursula”.
A los 15 años ingresa a la Univ. “Inca Garcilazo de la
Vega” donde se titula en la especialidad de literatura y Castellano.
En 1967
recibe el reconocimiento del rectorado por la publicación de su poemario
“Poesía, prosa y nada”,
dedicado a su madre.
Fue fundadora del Grupo Literario
Artístico Sullana (GLAS).
En 1962
publica “Libreta de notas” y en l968 “Campos negros”
En 1996
la Municipalidad de Sullana le publica su poemario “Retorno de los latidos”.
Otras
obras son: “Palabra de capullana”, “Silvando lunas” (1997), “Dixi”,“Canicas de
papel” y “Paca Guaraca”, poesía llena de ensoñación y vitalidad.
Considerada como
iniciadora de la síntesis poética, estilo original y de singular delicadeza.
Ha
sido antologada en “El hipocampo y las palabras” editado por la Biblioteca
Nacional del Perú.
Hilarante narradora de anécdotas en la que demuestra su
amplia cultura.
Alberto Alarcón, en su obra “Poetas y narradores de la región
Grau”, respecto a Carmen dice “...es la poeta que representa el espíritu de
transición de las escritoras piuranas hacia la modernidad”.
J.G. Vargas en el
libro “El perverso encanto de las voces” opina: “la perspectiva de Carmen
Arrese se torna brillante cuando percibe y bucea el alma, con gran poder de
síntesis” .